domingo, 6 de julio de 2008


Walking Around

Pablo Neruda

Sucede que me canso de ser hombre

sucede que entro en las sastrerías y en los cines

marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro

Navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.

Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas

y mi pelo y mi sombra.

Sucede que me canso de ser hombre.
Sin Embargo sería delicioso asustar

a un notario con un lirio cortado

o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello ir por las calles con un cuchillo verde

y dando gritos hasta morir de frío
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,

vacilante, extendido, tiritando de sueño,

hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra, absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.

No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos ateridos,

muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo

cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,

y aúlla en su transcurso como una rueda herida,

y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,

a ciertas zapatería con olor a vinagre,

a calles espantosas como grietas...

No hay comentarios: